¿El porno afecta a nuestras relaciones sexuales? A menudo vemos en consulta a usuarios que no encuentran satisfacción en las relaciones sexuales de pareja o que le resulta difícil buscar deseo sexual en parámetros fuera de la pornografía. Esto se debe en la mayoría de casos a la asociación de estímulos a la respuesta placentera (orgasmo). Pero la controversia viene dada por el peligro de los estímulos con los que están asociados.
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Pero la pornografía no solo promueve la cultura de la violación, sino que es un condicionante para crear más tarde problemas sexuales como disfunción eréctil, eyaculación precoz o falta de deseo sexual. Podríamos pensar que la pornografía sólo afecta a los jóvenes y varones, pero no es así. En el caso del género femenino el resultado es que al igual que el género masculino, normaliza que ese sentimiento es frecuente en las prácticas sexuales y a la larga contribuye a la sumisión y el aguantar estas emociones en las prácticas sexuales, a la larga puede conllevar problemas sexuales como vaginismo, aversión etc… ¿Sólo afecta a heterosexuales? Esto es generable a cualquier orientación de género o identidad. En el caso de los chicos gays, la mayoría de las páginas de consumo gratuitas muestran roles de dominancia y sumisión muy marcados y condicionan su creencia de cómo deberá de ser sus relaciones sexuales e incluso sus roles dentro de la pareja. Por ejemplo; un chico gay con "pluma" (Expresión de género femenina) que cree que por ello tiene que tomar el rol pasivo a nivel sexual y en larelación de pareja. En el caso de una chica lesbiana, verá de nuevo estos elementos asociados en el porno lésbico, pero con el matiz de que no son prácticas tan asociadas a estímulos de sometimiento o dolor, pero no es representativo de la realidad de las relaciones sexuales, ya que en la mayoría de los casos se reduce a sexo oral o elementos de penetración. En el caso de otras diversidad sexuales ni son mencionadas en los títulos (demisexual, asexual, sapiosexual, género no binario etc...) Con lo cual, esto potencia más la idea de que la pornografía no es ningún elemento de educación sexual Entonces.. ¿Hay que eliminar el porno? La crítica que hacemos es a la sociedad actual que promueve la cultura de la violación y utiliza la herramienta del porno para ello. Actualmente existen modalidades alternativas al porno que había hasta el momento en el que se reflejan variedad de realidades (distintos cuerpos, identidades, expresiones de género...etc) y prácticas no violentas (excluyendo las prácticas BDSM consentidas) que fomentan que sus usuarios vivan su sexualidad de forma más sana. Por otro lado, concluimos que es prioritario dar una educación sexual en una etapa más temprana porque no sólo son ETS o relaciones sexuales, sino dar una educación sexual que promueva el disfrute mutuo, consensuado y trabajando otros aspectos de igual importancia, como, por ejemplo, la comunicación, intimidad y expresión afectivo-sexual. De esta manera, la persona tendrá más información en la etapa de exploración afectivo-sexual que podrá contrastar y observar que lo que promueve la pornografía no es real ni saludable, y que esto no conlleva erradicar la pornografía, sino que empiecen a eliminar los estímulos asociados a dolor, sometimiento, agresión o incesto y se cambien por empatía, consentimiento, libertad y disfrute. |
AutorMaría Tambo y Yésica Flores Categorías |